Visita: Torre de control, Aeropuerto de Asturias

El pasado viernes, un grupo de ingenieros de telecomunicaciones tuvimos el privilegio de visitar la torre de control del Aeropuerto de Asturias. Con gran entusiasmo, nos adentramos en la infraestructura que garantiza un tráfico aéreo seguro y eficiente.
La visita comenzó con la bienvenida del responsable, quien compartió anécdotas y los recientes cambios en la normativa, especialmente en relación con la actualización del AIP. Una vez reunidos todos, iniciamos el ascenso por unas interminables escaleras hasta la cima de la torre. Apenas recuperado el aliento, tras una puerta, descubrimos lo que podría ser la mejor oficina que muchos de nosotros hemos visto: dos puestos de control y amplias cristaleras que ofrecían una vista panorámica de las pistas 11 y 29, así como de gran parte de Asturias. El esfuerzo del ascenso había valido la pena.
El Aeropuerto de Asturias es el único del Principado y, según la ICAO, está designado como LEAS. Este es el código que los pilotos utilizan en sus planes de vuelo. En comunicaciones de radio, se pronuncia como Lima-Echo-Alfa-Sierra, empleando el alfabeto fonético internacionalmente reconocido en la aviación.
El aeropuerto cuenta con dos pistas, la 11 y la 29, cuya utilización depende de la dirección del viento, siendo siempre preferida aquella que ofrezca viento de cara para facilitar el despegue. Sin embargo, nos comentaron que, dependiendo del origen o destino del vuelo, los pilotos pueden solicitar el uso de otra pista para ahorrar tiempo y combustible.
La pista 29 está equipada con un ILS Cat III, una maravilla de la ingeniería de telecomunicaciones que aplica los principios aprendidos en la asignatura de señales y sistemas, permitiendo aterrizajes en condiciones de visibilidad reducida, algo muy necesario en Asturias. El ILS, o Instrument Landing System, permite al piloto aterrizar casi sin visibilidad del terreno.
A pesar de ser un aeropuerto pequeño, varias aerolíneas tienen base aquí, ofreciendo vuelos a las islas, Madrid, Barcelona y diversos destinos europeos como Alemania, Italia y Francia. Es una puerta de conexión de Asturias con el mundo.
Aunque es el único aeropuerto comercial, Asturias cuenta con el Aeródromo de La Morgal, destinado a la aviación general, ultraligeros y servicios de emergencia.
Durante la visita, observamos a una controladora en acción, desempeñando su rol de ATC (Air Traffic Controller). Fuimos testigos de cómo recibía planes de vuelo, que se imprimían automáticamente en tarjetas según su slot. También presenciamos en directo la autorización de aproximaciones instrumentales, despegues y aterrizajes. Fue una experiencia muy enriquecedora.
Una curiosidad que nos llamó la atención fueron los nombres de los puntos de aproximación instrumental. Estos deben ser pronunciables en cualquier idioma ICAO, como inglés y español. Existe un algoritmo que aprueba o rechaza estos nombres, y gracias a la astucia de los controladores, se aprobó el punto XIDRA, todo un logro y un guiño a la cultura popular de la región.
Nos explicaron los sistemas de navegación, desde el clásico VOR hasta el moderno ILS, y los sistemas de vigilancia aérea, combinando radares primarios, secundarios y sistemas ADS-B para una visión clara del tráfico aéreo.
Observamos cómo se gestionan las comunicaciones tierra-aire de manera clara y eficiente, siempre confirmando la información para evitar errores.
También escuchamos de primera mano los retos diarios de un controlador aéreo, la formación continua y la actualización constante que requiere. Cambios de procedimientos, un buen nivel de inglés y una enorme responsabilidad que asegura que un pasajero disfrute de sus vacaciones o viaje de negocios.
Agradecemos al personal del aeropuerto y de la torre de control por su generosidad y por abrirnos las puertas a una profesión tan crítica como apasionante. Nos marchamos con más conocimiento y aún más admiración.
Referencias: